Dean Reed (o "del rock a la odisea marxista")
De la misma época que Paul Anka, Chuby Checker, Neil Sedaka y toda esa manga de afectados señoritos que hoy hacen el show-rock de la tercera edad, el gringo Dean Reed era un baladista famoso conquistando muñecas adolescentes con su repertorio emotivo que enlazaba a las parejas de fines de los cincuenta. Aquella generación de lirios y margaritas, pololos de media tarde, palomos de motoneta, adictos al chicle, la Coca Cola y el Yo-Yó. Empaquetados rebeldes, coléricos de esquina, que soñaban cambiar el mundo con el tocadiscos en el corazón.
Dean Reed, o Din Rin, como le decían acá en Chile, había logrado pegar con varios éxitos mundiales, como: No Te Tengo, Anabelle, La Novia y otros discos que aún suenan incansables en programas del recuerdo. Su historia pudo llegar hasta allí, y el resto habría sido fácil viviendo de las ganancias de aquella mermelada nostalgia; pero el flaco Dean, vio llegar los sesenta y la revuelta estudiantil y social le giró el disco de su ingenuo cantar. Vietnam, Cuba, Nicaragua, Puerto Rico y tantos excesos del capitalismo, le provocaron el asco que lo lanzó a una militancia política enrojecida por la bronca social. Entonces Angela Davis, entonces Bob Dylan, entonces Joan Báez y muchos otros artistas norteamericanos formaron un frente crítico ante los atropellos de Nixon en su afán colonizador y prepotente. Pero Dean, en esa hippie y conocida historia, nunca fue protagonista, nunca superstar de la revolution, apenas un gringo revoltoso que viajaba por el mundo denunciando derechos humanos pisoteados por el más fuerte.
Por entonces Chile vivía su experiencia de socialismo en democracia, y Dean no podía estar ajeno a tal experimento, por eso vino a solidarizar con Allende y la Unidad Popular. Y frente a la Embajada norteamericana del Parque Forestal, realizó su cuestionada acción política lavando la bandera de Estados Unidos en protesta por Vietnam Asi lo recuerdo esa primera vez que lo vi siendo yo liceano. Lo veo nuevamente con el trapo yanqui mojado entre las manos frente a la prensa extranjera. Recuerdo vagamente los gritos, las consignas, los discursos, las canciones por Vietnam, Laos y Camboya. Recuerdo su porte gringo entre las cabezas negras de los estudiantes de izquierda. Y hasta ahí no más me llega la memoria, porque vino el golpe y Dean Reed, exiliado por el gobierno norteamericano, se asomaba a veces por la radio con su vieja balada de teenagers.
Después, ya en los ochenta, cuando la resistencia al régimen militar se camuflaba en grupos de arte que pasaban de contrabando el panfleto político, cuando se organizó el Coordinador Cultural, con actores, poetas y pintores de la Apech, la Sech, Sidarte y cuanta agrupación de artistas que participaba en aquellas tomas de la calle disfrazadas de acciones de arte, ahí, en la Sociedad de Escritores lo volví a encontrar, como un Sting un poco más cansado, pero igual de solidario, igual de soñador, colorado por el vino caliente que se tomaba brindando por la libertad en esas peñas de la patria enferma. Le pedimos que cantara y él no se hizo de rogar, tomando la guitarra y entonando aquellas viejas notas de rock and roll de su también lejana juventud.
Nunca más supimos de Dean Reed, viajando por el mundo; de Cuba a la Unión Soviética, y de África a Nicaragua, llevando por el mundo la cinta lacre de la revolución. Y entre tanto cambio de posturas y caídas de muros, entre tanto ocaso ideológico y surgimiento de las nuevas democracias conservadoras; entre tanto empacho neoliberal y abulias de mercado, un día nos llegó la sorpresiva noticia de su muerte. Todavía estaba joven el Dean Reed de tanta batalla por la justicia, y esta crónica, enredada con la música sentimental de su evocación, sólo pretende negarse al olvido de su alentadora sonrisa. Tal vez rescatarlo del cancionero ajado que empaqueta su recuerdo, reponer al personaje que transó un cómodo futuro de estrella por el abrazo sin fronteras a los oprimidos de silenciada voz.
7 Comments:
interesante,pero con un dejo de sorna, se le olvido que Dean era un distinguido atleta, campeon olimpico de natacion, medalla de oro,fue encontrado sin vida, el s.secreto de Berlin Oriental invento que se habia ahogado en el lago muy cerca de su casa,el,campeon de natacion.Dean participo en chile en fotonovelas,,fue amigo personal de S.Allende.
Que pena su muerte. Habría sido bonito tenerlo de vuelta en Chile.
Lo conoci en un sohw en puente alto el año 1972,andaba junto a hern an pereira y otros artistas, filmando para la tv. extranjera,pero creo que cuando volvio la democracia Dean Reed,volvio a chile he hiso una presentacion en la usach, ojala alguien me corrobore esto.
williams.
Por si a alguien le interesa,tengo la vida de Dean Reed en VHS de casi 2 hrs de duracion con entrevistas a sus padres y Don Everly (the Everly Brothers)que era amigo personal incluso aparecen cantando juntos esta en Ingles(sin subtitulos)Mi correo es anco1948@gmail.com
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gracias por estas informaciones, es raro que Pedro pase al lado de hechos parecidos
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